Tu destino ha querido acompañar de cerca al mio y el cielo desvelado me llevó a ti con simpatía casual, porque sin saberlo, busqué tu amistad.
Algo muy dentro lo había vislumbrado antes que yo; será por eso que me zambullí en la confianza de tus manos abiertas, sabiendo lo eterna que es la verdad.
La oscuridad del pasado se había mezclado con el encanto de los juegos; se desdibujó el límite, y allá estabas tú, asomado al otro lado de muchos días más tarde.
