Si esta naturaleza abriera en rama, no habría tan desatinada y dura poda; no al menos de quien se halle tentado de obsequiar con lirios a las nubes o de alargar algunas hojas.
No yergue capitel: los dados girando en cruz y sin tablero son ya un bodegón; terreno yermo bautizó abono al puro estiércol.
No me ocultes bajo el manto de la noche;
si alguien hubo de cantarme fue tristeza y frustración.
Yo no entro en esa caja: ¿Por qué quieres mi atención?
Terca marca de descuadre:
Aún me encojo de esa caja,
voz quebrada, y falta el aire.
Peldaño de mi paso al cielo:
cumplió sus metas en mis duelos;
reiterada hacia el pañuelo.
Exhalado aliento.
Un corazón que no será devuelto
habita el rellano
como fuente de elixir secreto.
Él, borracho de recuerdo,
en las fiestas de corbatas
alza verba y copa al fuego.