El enorme fallo del sistema educativo es el hecho de construirlo sobre los valores equivocados; se ocupa más de cumplir cifras asépticas que de cubrir las necesidades de desarrollo intelectual y mucho menos de valores humanos, porque aún hablando de ellos son tratados desde la mayor de las frivolidades, especialmente cuando surgen problemas de acoso escolar, que por desgracia es un tema muy de moda. Preferimos mirar para otro lado y cumplir con la inercia que no sabe de educación ni de personas ¡Qué ironía!
Parece que miremos hacia dónde miremos nos encontramos con nosotros mismos inevitablemente. Ya sabemos de Dorian Gray cuando quiso negar su retrato.