jueves, 24 de noviembre de 2022

Intrínsecamente adecuada

Me gusta lo típicamente "femenino" (y lo "masculino", también). No tengo tampoco ningún en conveniente con lo que pueda considerarse "sexy", hay encanto en cada aspecto de la vida. El problema viene de la imposición y también del poder llegar a sentir que "dar la talla" es algo extrínseco, diferente a lo que en realidad es, que es ser quien eres, el valor personal e individual que cada cual tiene.

En mi paso por un empleo en particular, en el que lo de menos eran los horarios casi imposibles y mis compañeros y compañera no podrían haber sido mejores. ¿Qué parte es la que no se veía? Pues además de forzar e a fingir que no sufría de crisis de pánico (puros malabares con esto y el dolor de rodillas que no comfesaba), había otro aspecto incómodo e igual de invisible.

En el momento de recibir mi uniforme, había una diferencia en esto muy normalizada. El uniforme masculino podría ser perfectamente "unisex", pero no lo era. La versión femenina era mucho más escotada, y puesto que vivía con la preocupación de no poder moverme tranquilamente porque sentía que en cualquier momento se me saldría algo del sitio, sugerí la opción de usar un modelo masculino, para poder realizar cualquier actividad sin la preocupación constante de si el algún momento iba a quedar en evidencia.

Es verdad que no sería tan grave que algo "se saliera del sitio", al final hay que ser natural con todo, pero a donde voy: este tipo de estrés es muy común e invisible, porque puede ser difícil manejar el estrés que supone el peso de cuestiones tan superfluas como inquisidoras. Mal si no cumples un estereotipo por no cumplirlo, independientemente de tu desempeño, y mal también si sí locumples, proque al fin parece que tu labor en sí es lo de menos.

¿Que si puntualmente hay que entrar en la piel de un personaje e ir con el atuendo que sea? Ok, pero va en el personaje, y no en el valor de una. 

¿Que si el uniforme femenino me parecía antiestético? Para nada, yo diría que me gustaba incluso más que el masculino que yo pedía, pero el tema a debate es esta lucha cuya distracción quería evitarle a mi mente. 

No vales más por ir más recatada y tampoco por "mostrar", porque en realidad ni muestras, ni ocultas: eres.