Si en verdad vieras mis horas;
si de verdad contemplaras mi día a día
y lo vieras por dentro, tal vez entenderías...
Comprenderías mi ausencia;
entenderías que detrás del "buenos días" con sonrisa hay más que rosas mis excentricidades serían cortas.
Podrías ver el vagar inmenso en la catarsis; en el sueño sin sueño.
En la vuelta al comienzo.
El saber afrontar un duelo;
el querer trocar el "ya no puedo" en "sí quiero" y volver a empezar de nuevo.