lunes, 12 de abril de 2021

Manos de tarot


Atiende al susurro de la vida y evita que grite. Las manos de tarot no son sino para quién se elige a sí mismx, si no quiere perderse entre inercia y tendencia.

Aunque no sepas señalar el elemento clave, sigue; elige jugar con la sencillez de conocimiento profundo, que pieza a pieza habrá mural,  aún si de inicio no encaja; habrás seguido sin echarte la Tierra a cuestas ni echarte a costa de ella.

¿Qué más da lo que digo? La hermenéutica vive.
¿Qué más da lo que diga? La hermenéutica sigue viva. 

domingo, 28 de marzo de 2021

Sei he ki


Muchxs dirán: ¿de verdad? ¿ahora? Pues sí, ahora; ¿sino cuándo?
Parece tan estúpido y simple, más no lo parecía huyendo del presente.

Pasa el tiempo oyendo de fondo: ¡qué centrada!, ¡qué correcta!, ¡qué sonriente... y qué buen aspecto!... El día que no es así, que nadie más que tú lo esperaba, te limitas a sonreír de nuevo y excusarte en una mala noche cualquiera.

Entonces llega el colapso en cualquiera de los pronombres posibles. Llega porque tenía que llegar. De lxs testigos, habrá quién se extrañe, y mucho, por semejante giro argumental, impredecible desde la superficie.

Aún a veces sigue siendo más fácil señalar circunstancias externas o actuar como con sorpresa.

¡Qué mala suerte has tenido! Dicen 
 los mismos que presagiaban mayor esplendor, incluso a veces quienes gustaban de hacer zancadillas.

Lo que quizás no es tan obvio, es que en este apogeo de derrotas, hay cierta alineación que ni unx sabe de dónde.

En un aparente apocalipsis vuelve la paz de ser, la paz de compartir a pesar de todo.

Olvídate de temer que desaparezca, es hora de decir gracias. 

domingo, 21 de marzo de 2021

Fractal

Me quitaste la sonrisa por quererla;
no me dejaste ir, pero te fuiste.

Yo casi había olvidado cada parte de la historia por no saber perdonarte,
y tú recuerdas cada detalle
porque no es verdad que no te dolía,
como yo pensaba.

 A veces aún me cuesta creerte, porque me sabe a indiferencia tuya,
más de tu lado también hay soledad, parecida a la mía;
yo porque no encuentro mi sitio y el tuyo es mitad fantasía.

Creo que al fin podremos perdonarnos, porque solo hay caminos bifurcados
y pulsos a distinto ritmo y aún mismo latido.

Pudimos haberlo hecho mejor, pero no te voy a culpar por callar lo que yo tampoco dije...