Si pudiera hablarte directo al alma te explicaría que en el sitio en el que nos encontramos no tenía muchos posibles de hacer un movimiento prudente. Ese fue el problema. Nos podría perjudicar a ambas.
Me hubiera gustado dar más que un saludo y oídos al crepúsculo.
Ahora que he llegado no dejo de rumiar estos pensamientos. Me gustaría acercarme al mismo lugar, esta vez preparada para discreción, y acercarte la ayuda requerida; sé que un consejo no calma tu necesidad del momento.
Sé que mereces ese afecto que seguro echas tanto en falta. Sé como te sientes. "Sábelo" tú.
Intuía un poco tu historia antes de conocerla, es por eso que no me ha sorprendido del todo, ni tampoco tu gran dulzura.
Te veo fuerte. Eres amable, pareces sincera y recuerdo haberte visto antes, cuando ya me imaginé tu camino.
Me gustaría verte billar con la luz reconocible en ti, sin ese rastro de lagrima en tu mejilla y con gente que reconozca quien realmente eres.
Prométeme que llega el día en el que se te manifiesta, también con hechos, la belleza que eres.