Igual vacío; nuevo nombre, nueva imagen, pero mismo juego.
Si bien admito mi culpa de no haber aprendido, espero ir con la verdad, a su lado. Mi mente se habrá acostumbrado, pero el corazón sabe que no es todo.
Otra vez la misma historia: llamada como canto de tritón, para atraer mi atención a cambio de repetidos vicios. Y aún me cuestiono y me culpo (a mí) .
Intentemos dejar atrás por un comienzo mejor. Y pensé que lo habría dejado, pero por tu indiferencia todavía incomoda y duele, si bien estoy más fuerte.
¡Qué fácil de ese lado el juego!: ganas o empatas, pero nunca pierdes.