viernes, 17 de enero de 2020

Esfinge

Esfinge, te miré a los enigmáticos ojos y ni se me ocurrió bordearte;
Me pregunto si elegir con apaleado criterio es tomar decisiones.

Sugieres que mire a la otra orilla de la vía, pero allá hay un muro; del otro lado estás tú preguntando y yo esperando a tener paso.

Con la piedra en el zapato vuelvo al centro, pues no ha habido suerte, y si pido salida me preguntas por qué no he salido todavía o comentas que ha subido el precio de la uva.

¿Qué hago? ¿me quedo mirándote a los ojos o paso alrededor cuestionando tu soberana decisión de permanecer cerrada? No, por el lado del muro tampoco ha habido suerte; sigue en piedra y en su lugar de siempre.

¿Echaré una cabezada? La última vez me acosté a soñar sobre la vía libre; luego, al rugir, del tren me hizo saltar del sitio y cuestionar a cada lado la calzada.