Hoy hablan de regulación del "trabajo sexual".
Y no, no es que esté de acuerdo en que se explote a gente en la clandestinidad, ni que tenga un problema personal en contra de quien en algún momento lo haya ejercido por X motivo.
La cuestión es: ¿de verdad alguien lo entiende como emocionalmente sano como para integrarlo como práctica rutinaria de una sociedad que se dice "más humana" resignándose ante una dinámica con diálogo de abuso?
