Podría arrepentirme es de todo aquello que hice por evitar las punzadas externas, pues mis prioridades han sido intrínsecas siempre, sin lugar a duda, y por querer evitar las flechas de allá afuera, me fui aprisionado y alejando exponencialmente de mí misma.
Esa desesperanza de no poder salvar el mundo con lo que pueda suponer mi vida en él, fue tan pesada como ilógica.
Hoy de algún modo satisfecha, y de otro modo, decepcionada como desde hace demasiado tiempo.
Sé que es el mejor camino de hoy. No sé si me convence. Cada vez la sincronía más compleja, cada vez los días más cortos, y cada sueño más acostumbrado a seguir durmiendo.
Supongo que vosotros daréis el sentido que iré viendo en trascurso, alumbrado a vuestro paso.