Ya no sólo es la sobrecarga de responsabilidades adjudicada a la mujer y los valores que se espolean en la misma, es que todavía hay un enorme deabalance hacia lo masculino en lo cultural/intelectual por detalles que asumimos con normalidad.
¿Cuántas veces una mujer se habrá sentido inhibida por un entorno (de hombres y puede que también mujeres pero) con esa famosa inercia machista que, después de luchar por abrirse un hueco, a menudo sola, en entornos culturales que son de su interés, la toman como un ente situándose estratégicamente en mayorías masculinas por despertar interés en el sexo opuesto, cuando su verdadero interés es crecer consigo misma?
Tómense la pastilla roja, porque llegamos a los sitios por vía y meta propia, no por rastreo de testosterona.
O "simplemente" siendo anunciada como admiradora en lo personal de cara al público, por pura propaganda narcisista. Porque sí, hasta en estos entorno hay gente vacía que tansolo busca poner un pedestal a su ego.
Y sí, lo he visto y vivido hasta puntos de incomodidad que han llegado a frustrar mi propia proyecto por llegar a un momento en que la situación me superaba, pero adivinen: la juzgada fui yo*.
(*) Y lo peor, también por mi misma, preguntándome qué habría hecho mal para recibir ese trato, sin haber hecho nada más que ser niña/chica/mujer a menudo entrando sola en bastantes sitios, por no coincidir con gente del mismo interés, o por el simple gusto de andar a mi aire.