martes, 1 de noviembre de 2022

Mínima



Me gustaría abrazarte y decírtelo asusta, porque lo siento egoísta, y porque irme ahora es lo mejor que sé hacer, al no poder otra cosa mientras me ahogan las gentes que me dan soledad feroz. 


Me apetece abrazarte y me apetece llorar; de las dos cosas es llorar lo único que puedo. Y tú allá, sin entender nada.

"Lift"

Quien no demuestre que no opine sin que sepa; promesas cargo tantas y el compromiso ya me empeña. 

Quién crea algún rumor que egoístamente le convenga, no venda valores como cremas. 

Ahora suelto, que para soltar hay que ser fuerte y siendo fuerte se aligera.

Que más que espacial, es soledad moral la que más pesa.

*Me fascina lo irónicamente poliédrica que es la ignorancia* 

jueves, 6 de octubre de 2022

Efecto colateral

Revanchas y miedos extraños salen de la lucha del querer empoderar a sectores menos favorecidos.

Empoderar a otros y empoderarse unx nos hace más fuertes en plural, nos hace mas libres, nos invita a compartir de corazón y los libera de la necesidad de devolver lo que un día quitamos y de salvar a quien habíamos hundido.

De la misma lucha feminista emergente (y de las animalistas algo similar) se revuelven miedos y revanchas que pretenden descontextualizar, confundir.

Una vez más dan ganas de recordar que, con el ejemplo este concreto del feminismo (que no hembrismo) se recuerda el poder personal de cada unx y a su vez se libera al hombre de su obligación impuesta de ser todo el tiempo el fuerte, de no querer ser responsable de sus instintos y se le recuerda el derecho que tiene a llorar y recibir afecto.

Realmente me molesta este sensacionalismo de querer decir que alcanzar derechos amenaza a alguien, aunque también es síntoma de que algo se está moviendo.

Siempre habrá quien quiera ensuciar las luchas o poner bandera y color a una meta y así frivolizarla.

¿Antídoto? Pensamiento independiente.